El Honda NSX-R fue uno de los superdeportivos más venerados de su época, con una estética impactante y un rendimiento impresionante. Por Roberto Ne
El Honda NSX-R fue uno de los superdeportivos más venerados de su época, con una estética impactante y un rendimiento impresionante.
Por Roberto Nemec
La versión definitiva del icónico NSX se creó para responder a los poderosos rivales de los fabricantes europeos de deportivos contemporáneos, y los ingenieros de Honda lo lograron con éxito. Su motor VTEC V6 de 3,2 litros desarrollaba una potencia máxima de 290 CV y el NSX-R demostró su valía al igualar el tiempo del Ferrari 360 Challenge Stradale en el Nürburgring Nordschleife.
Presentado en 2002, exclusivamente para el mercado japonés, el NSX-R de segunda generación personificó a la perfección el espíritu de los modelos Type R de Honda, con un NSX refinado en cada aspecto. Se benefició del uso extensivo de fibra de carbono, incluyendo el primer alerón trasero hueco de fibra de carbono de una sola pieza del mundo en un vehículo de producción. Se realizaron mejoras significativas en su aerodinámica y refrigeración, lo que contribuyó a un rendimiento mejorado y una estabilidad excepcional a alta velocidad.
Se fabricaron menos de 140 ejemplares del NA2 NSX-R, lo que lo convierte en un superdeportivo excepcional y en una digna estrella de la última película dramática de Hagerty y Catchpole.
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